Parece que para algunos mexicanos muy poco, para otros un
poco y para “la inmensa mayoría” (como diría el señor Bermúdez) muchototote o algo más que mucho (quizá quiso decir), esa
“inmensa
mayoría” forjada por una televisión comercial que vende a través de ese
deporte, no sólo productos y servicios, sino hasta personas y conciencias, para
ellos es un gran negocio estar ahí y debiera merecer un análisis serio.
Pues la televisión deja de percibir por concepto de
publicidad una gran cantidad de recursos (según algunos enterados hasta 2 mil
millones de pesos) aunque también significa clientes (un cálculo limitado habla
de más de 200 millones de audiencias hora)
Yo entiendo poco de futbol y honestamente no quisiera
entender más, sin embargo visto como negocio, es un hecho que la falta de
atención, el descuido, el abandono del negocio, tiene ahora a los
patrocinadores de la selección mexicana en un predicamento, pues ellos quieren
ver su marca en los escaparates mundiales y eso parece que se desvanece.
El negocio mal administrado se desvanece y deja de ser
negocio, me recuerdo mucho la imagen de Vicente
Fox, que desde 1996 se alimentó con una imagen patrocinada a todas luces
desde las cigarreras, los vendedores pan y botanas, las telenovelas y hasta con
espacios no adversos en los noticieros y después, cuando el ya ese negocio no
funcionaba (ni mediáticamente ni económicamente) se convirtió en el negocio de
hacerlo aparecer con sus estupideces hasta el cansancio en la pantalla
televisiva (se convirtió en el negocio del espectáculo barato y muy corriente)
Sin embargo, convertir hoy al futbol en la burla de todos
(incluida la televisión) es posible que deje algunos pesos durante algún tiempo,
pero en el largo plazo va a la quiebra, pues la televisión sin futbol pierde
audiencias y patrocinios.
SALUD
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