Ya en octubre de 2017 titulé con este
mismo nombre un post referido a la renuncia de Santiago
Nieto como titular de la Fepade,
bajo una argumentación bastante poco creíble.
Esta frase al pie de la letra dicha por Andrés Manuel López (así pa complacer a
la mariaidiota)
, en referencia clara y contundente de que los que detentan el poder utilizan
las instituciones del Estado para su beneficio, le he utilizado de manera persistente
en mis escritos y creo que pinta de cuerpo completo al sistema de complicidades
y trajines de la “política” mexicana.
Desde el inicio de la actual administración pública (ya
casi un año) se escucharon voces expertas y no tan expertas (pendejas e interesadas)
respecto de que Obrador vulnera las
instituciones, entonces recuerdo sólo de manera superficial el envió de una
propuesta para la reforma educativa con un párrafo que “desaparecía” la autonomía
universitaria.
Iniciando el año otra disputa por la “autonomía”
de las “instituciones” cuando el entonces titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez (por cierto
último Fiscal Especial para el Caso Colosio y editor de los cuatro tomos que determinan
de manera definitiva la existencia de un solo autor del magnicidio) le dijo al
Presidente "estamos convencidos de la necesidad y conveniencia de ajustar remuneraciones,
tanto excesivas como las insuficientes, pero siguiendo estándares
internacionales, parámetros objetivos y fundadores (así) en la Constitución,
que no vulneren los derechos, precaución (así) y debiliten el servicio público",
defendiendo SUS ingresos y SU “institución”
Después vinieron otras “vulneraciones” de la
institucionalidad nacional: la renovación de los “comisionados” de algunos
organismos “autónomos” (CRE, IFAI, INEGI, etc.) en donde ya la “oposición”
manifiesta su “indignación” por las formas, que en realidad significaban un
desacuerdo con la falta de “acuerdos” para realizar los
nombramientos.
Esas instituciones que los mexicanos creamos, habían sido
secuestradas por los partidos, por los grupos, por las organizaciones y (sobre
todo) por los poderes fácticos, los regulados eran los que nombraban, removían y
renombraban; los sancionadores eran empleados de los posibles sancionados, las
televisoras, los partidos, las gaseras y las empresas de todo tipo que estaban
sujetas a ser vigiladas hacían de los “órganos autónomos” un espacio más de
su control y poder; el Estado estaba sometido y los mexicanos atropellados.
Les platico que hace unos días requería dar de baja el
IMEI de un teléfono que me robaron y encontré un número telefónico del “Instituto Federal de Telecomunicaciones”
para realizar el reporte, obvio lo intenté, tras algunos minutos, una amable
voz me informó que “tiene que ir a la tienda donde lo compró, con su factura y
una identificación oficial para realizar la cancelación” pues salud, pagamos
una línea telefónica (800), una recepcionista en tres turnos durante los 365
días del año, para que nos indique lo que para algunos es elemental, para eso
sirve su “autonomía” y esa es una de las cosas que puede recortar el IFT a
partir del año que entra.
Hace algunos meses (quizá un par de años) revisé el
directorio del “Instituto
Nacional de Evaluación Educativa” ahí me encontré personas
(relacionadas con el sector educativo) que cuando menos tenían en ese momento 80
años, que durante toda su vida habían “servido” al sector educativo, pero que
seguramente en ese momento era muy poco lo que podían aportar para un
cambio en educación.
Así ayer revisaba una publicación de Reforma (espero que
haya hecho bien su trabajo) en la que decía que el Consejero Presidente del “Instituto Federal Electoral” cuenta con
TRECE asesores (aunque seguro le hace falta uno en dicción) y que en total el
INE nos costaba (sólo por asesores de los Consejeros) más de 100 millones al
año, úes SALUD (ese puede ser uno de los rubros inmediatos de reducción)
En el Instituto Nacional
de Migración, había unos 500 “agentes” que comandaban unas 50
organizaciones criminales encargadas de traficar personas a través del
territorio nacional.
Entre esas “instituciones” en que los partidos
políticos se repartían el nombramiento de titulares y consejeros y después “cobraban”
los nombramientos con creces está la “Comisión
Nacional de Derechos Humanos” en 1998 cuando ya Mireille Roccatti había caído de la gracia del Presidente, el “señor”
Soberanes recorría oficinas legislativas
y gubernamentales, buscando el apoyo y estuve presente en la “audiencia”
que le dio Labastida, en la que
literalmente le dijo “ahí vas a hacer lo que te pidamos” y
el “finísimo”
personaje ni siquiera parpadeó SALUD
Son innumerables las voces, desde las histéricas de Marko Cortés, Gustavo Madero y algunos otros allegados a la presidencia del PAN, hasta
las muy “mesuradas” como Concanaco y la Asociación de Banqueros, pero en
general tratan de señalar que se intenta debilitar a los organismos autónomos.
En realidad esos “organismos autónomos” hace muchos
años que están debilitados, hace cuando menos dos décadas que la CNDH dejó de servirnos
(a los mexicanos), el INEE nació inservible, el INE-IFE desde su surgimiento
estuvo cooptado y fue bastante ineficiente, los reguladores de energía o
telecomunicaciones fueron entregados a las compañías operadoras de energía o
telecomunicaciones.
Las “instituciones” que tanto defienden
esas voces en realidad eran los últimos reductos de poder que les quedaban y
estaban tan putrefactos que ni ellos soportaban su hedor.
Desde hace unos años (por cierto Elba
Esther Morales Gordillo lo leyó muy bien) los partidos políticos
dejaron de representar a los mexicanos y otras “instituciones” como la
Suprema Corte de Justicia de la Nación o las cámaras legislativas (federales y
locales) perdieron credibilidad. Si no
se renuevan, si no consideran la posibilidad de cambio, estarán siendo
reemplazadas.
Las instituciones que crearon, son parte de las
estructuras públicas que hay que reemplazar por algo que sirva a los mexicanos.
SALUD
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