Es necesario definir lo que
cada uno queremos (seguramente habrá tantas visiones como mexicanos) y hacer de
ese interés nuestra meta.
Les platico que hacia enero de
1994 después de los bombazos en Plaza Universidad un conocido, me dijo: “ya se
armaron los madrazos, es hora luchar por lo que hemos hecho” (él hacía
referencia a un tallercito que había puesto por la zona de Vallejo) así cada
mexicano valora cada cosa que ha “hecho” y en función de lo que cree
que va a hacer, hoy México es un crisol de “intereses” y sin lugar a
dudas un espacio para la definición de los que no se hayan definido.
Muchos mexicanos creen (así de
creer como la creencia religiosa) que un nuevo pacto contra la violencia (que
incluya el ataque a la corrupción y la impunidad, SALUD) será la salvación de nuestro país; hay otros que consideran
que logrando la renuncia de Peña Nieto y todo su gabinetazo, se puede lograr
trastocar las condiciones de vida nacional; también hay quienes pensamos que el
camino es cambiar todo, regresar unos 50 años en la historia y tomar otro
camino, un camino económico de desarrollo interno.
Dicen que China hacia mediados
de los 90 (apenas hace 20 años) decidió tomar ese camino y parece que le
funcionó, aunque también dicen que los chinos trabajan como esclavos y apenas
reciben salarios para sobrevivir, aunque el nivel de empleo es casi total
(incluso importan fuerza de trabajo o exportan recursos para instalar actividad
económica en cualquier otra parte del mundo.
En fin hay a quienes les parece bien y a quienes no.
Lo que sí es un hecho, es que
México necesita algo (lo necesita desde hace más de 30 años) que le haga salir
del marasmo económico en que está sumida su población (pues las estructuras
burocráticas oficiales y privadas parecen estar ajenas a él) algo drástico
(pues parece que los cambios que hemos hecho, no han servido)
Hasta hace unos años la
connivencia entre las estructuras de “administración” pública y la
criminalidad se realizaban sin contratiempo, había “espacio” para que ambos
siguieran sangrando a los mexicanos, sin embargo desde mediados de los 90
(surgimiento del EZLN y cambio de rumbo de la China) la correlación de fuerzas
se desequilibró y, por un lado, las “administraciones” perdieron
capacidad de operación y las estructuras criminales tomaron las posiciones perdidas
por los gobiernos.
Ante ello, los gobierno
iniciaron una guerra contra las organizaciones criminales, tratando de restablecer
el equilibrio mantenido, sin embargo, en la “guerra” de alcance
limitado al atacar de manera frontal a los liderazgos y no a la actividad total,
se descabezaron algunos cárteles y se detuvieron algunos líderes, pero lejos de
lograr avances en el tema de seguridad, los indicadores siguieron empeorando,
pues ante la falta de cabeza la hidra se regenera y lejos de un liderazgo
vertical surgen liderazgos paralelos y mayor violencia hasta estabilizar la
actividad.
Hoy hay vastos territorios en
los que los grupos criminales son además los administradores gubernamentales
(sin tratar ahora de entender que fue primero) y en los que la población está
sujeta a todo tipo de arbitrariedades (desde el saqueo de sus recursos
naturales y del erario, hasta ataques violentos como el que deploramos todos
contra los normalistas de Ayotzinapa)
Pero eso que a nivel local es
burdo y hasta grotesco, en el ámbito federal, en el país es también una
práctica común, ahí los grandes potentados económicos someten a nuestros
gobernantes (mediante soborno, mediante regalos o mediante la violencia real)
para obtener o no dejar de tener sus prebendas, los criminales (que se
disfrazan de empresarios) someten a nuestras instituciones (las mantienen
sometidas) y somos los mexicanos la mayoría de ellos los que pagamos ese
sometimiento.
No importa lo que tu pienses
que haya que hacer, trata de hacerlo, manifiesta tu sentir, tu inquietud, has
saber a los demás lo que quieres, México requiere de todas las ideas a lo mejor
entre todas y todos los mexicanos podemos hacer un mejor país.
En lo personal, espero desde la trinchera que se que me va a tocar contribuir a esa mejora.
En lo personal, espero desde la trinchera que se que me va a tocar contribuir a esa mejora.
SALUD
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