lunes, 6 de julio de 2015

Dignidad griega y justicia mexicana

Aidos es la diosa griega de  la vergüenza, la modestia y la humildad, representando a la dignidad; ese término en griego significa: honor, vergüenza o pudor; esa misma cultura tiene otra deidad llamada Némesis, que representa a la justicia; Aidos y Némesis (dignidad y justicia) convertidos en principios rectores del comportamiento griego y humano, son el sustento de una decisión asumida por un pueblo.

En la cultura azteca se carecía de respeto por la dignidad humana, para las culturas mesoamericanas (exceptuando la purépecha) el concepto de virtud, modestia o humildad, estaba absolutamente ausente, la vida requería de pasar pruebas a costa de lo que fuera; la justicia en ese cultura se basaba en “normas consuetudinarias” y estructuras de poder, desde entonces tenía más justicia quien más poder ostentaba o quien mayor riqueza poseía.

Ejemplos que se encargan de mostrar diferencias y que pueden explicar el actuar de dos culturas tan diferentes, la griega enfocada a las artes a la belleza, al enaltecimiento del ser humano y la mexica primordialmente guerrera; quizá nuestros mayores actos de dignidad nacional estén representados en la “noche triste” de Cortes y en la batalla de Puebla; ratificando nuestro espíritu bélico como máximo criterio de valentía y dignidad.

La justicia para los mexicas y para los mexicanos sigue siendo aspiracional, en dos sentidos; primero como una aspiración de la población y segundo en cuanto que tener dinero o poder te permite alcanzarla.

La dignidad, es por lo tanto un concepto subjetivo que nos encara a cada ser humano con los valores del entorno y personales, que nos enfrenta según nuestra posición personal con un grupo o con la sociedad, decía el maestro Alfonso Reyes que: “El hogar es la primera escuela. Si los padres, que son nuestros primeros y constantes maestros, se portan indignamente a nuestros ojos, faltan a su deber; pues nos dan malos ejemplos, lejos de educarnos como les corresponde. Y el acatamiento que el (hermano) menor debe al mayor, y sobre todo el que el hijo debe a sus padres, no es mero asunto sentimental o místico; sino una necesidad natural de apoyarse en quien nos ayuda, y una necesidad racional de inspirarse en quien ya nos lleva la delantera” dejando claro que la dignidad personal no proviene de valores universales sino personales y familiares, de convencionalismos sociales; sólo podemos esperar vaguedades (sin sutilezas) en su aplicación.

Nos dicen que los ejes rectores de la dignidad son: el respeto personal y social, el trato decoroso a uno mismo y a todos los demás, el establecimiento de relaciones de igualdad, el entendimiento de la dinámica social y el aprendizaje permanente a partir de un compromiso por entender al congénere; sabemos que la justicia es un valor superior y que debe atender a todos por igual, es más nuestra carta magna se encarga de darle un lugar destacado, pero nuestra realidad operativa de ella la hace sólo una buena intención.

El pueblo griego ayer en un acto de dignidad dice “no mas trato injusto” y desde entonces he venido viendo diversas manifestaciones o cuestionamientos al pueblo mexicano al respecto, vociferamos en estos espacios respecto de la necesidad de quitarnos el yugo impuesto por las instituciones bancarias y financieras, pero hemos permitido que un grupito de iluminados acomoden la legislación a su antojo u otro grupito las aplique al suyo.

Hasta nuestro ánimo guerrero lo han sobajado; hoy la dignidad y la justicia en México, sólo podrán alcanzarse mostrando de manera violenta nuestro malestar, pues parece ser que los otros caminos lo cerraron los señores que hacen la ley y hacen que la ley se aplique.

SALUD

Te recomiendo:





No hay comentarios:

Publicar un comentario