En tanto que el
Plan Nacional de Desarrollo establece: “se propone transitar hacia una sociedad
equitativa e incluyente. Para lograrlo, se plantea generar esquemas de
desarrollo comunitario con un mayor grado de participación social” y lo
desarrolla de manera somera en el Objetivo 2.2. Transitar hacia una sociedad
equitativa e incluyente, que bajo su primera estrategia se propone “Generar
esquemas de desarrollo comunitario a través de procesos de participación social”
Concatenando esto
con lo señalado por el Programa Nacional de Educación “El esfuerzo
desplegado para elevar la calidad de la educación en todos los tipos y
modalidades debe ir acompañado por principios de equidad y de inclusión. El
Estado debe comprometer mayores recursos y esfuerzos donde más se requieren,
entendiendo que el carácter compensatorio del quehacer público demanda mayor
atención para la población más vulnerable”
En tanto que la
población de Oaxaca se encuentra entre las más vulnerables del país, vulnerabilidad
que se manifiesta por condiciones ancestrales de rezago social, que tienen en
la educación uno de sus componentes más visibles; una manifestación viva de los
rezagos sociales pero no la única, es más, quizá la educación en Oaxaca es
resultado de los otros indicadores sociales y no a la inversa, como se ha
tratado de señalar.
Pobreza,
desigualdad, sometimiento, carencias alimenticias, insuficiencia de servicios
de salud, son rezagos mucho más importantes para la autoridad local; pero
dejando de lado todo ello creo que podemos pensar en un modelo educativo que
sea capaz de mejorar ese aspecto de la vida pública local.
Quisiera iniciar
diciendo que para el ciclo
escolar 2012-2013 (último para el que hay
datos) encontré indicadores muy
alentadores respecto de la educación en esta entidad federativa:
INDICADOR
|
NACIONAL
|
OAXACA
|
Tasa Neta de Escolarización
Básica (3 a 14 años de edad)
|
93.9%
|
96.3%
|
Tasa Neta de
Escolarización Preescolar (3 a 5 años de edad)
|
70.7%
|
80.2%
|
Tasa Neta de
Escolarización Primaria (6 a 11 años de edad)
|
100.3%
|
101.2%
|
Tasa Neta de
Escolarización Secundaria (12 a 14 años de edad)
|
82.4%
|
73.7%
|
Tasa Neta de
Escolarización Media Superior (15 a 17 años de edad)
|
52.9%
|
46.4%
|
Tasa Neta de Escolarización
Profesional Técnico (15 a 17 años de edad)
|
3.9%
|
2.3%
|
Tasa Neta de
Escolarización Bachillerato (15 a 17 años de edad)
|
49.0%
|
44.1%
|
Según esa
información, los niveles de preescolar y primaria están siendo atendidos en
proporciones mayores los promedio nacionales y es a partir de la educación
media en donde los índices de atención local se rezagan.
Pero revisando los niveles
de reprobación y eficiencia terminal de la educación primaria, me encuentro un
dato alarmante, pues mientras en promedio en el país la reprobación es de 2.1%,
en Oaxaca es del 5.2% es decir 2.5 veces o 150% superior; en cuanto a la
eficiencia terminal de ese mismo nivel educativo, en la república es del 96% y
en Oaxaca de 91.6%.
En cuanto a la
población general de Oaxaca para ese mismo ciclo escolar, el analfabetismo se
ubicó en 16.2% (que es 2.7 veces el promedio nacional, ubicado en 6.1% y el más
alto de la república mexicana) y el grado de escolaridad de la población
oaxaqueña llega a 7.2 grados es decir un año de educación secundaria en promedio
(mientras que a nivel nacional se cuenta ya casi con secundaria completa 8.9
grados, siendo el segundo más bajo de México)
Así pues, e
esfuerzo realizado por el país para incorporar y mantener a los niños en
educación rimaría, durante las décadas de los 60 y 70, lo realizó Oaxaca en la
última década y lo logró, pero sus rezagos ahora se muestran en población
adulta.
Para lograr el
avance al respecto de los niveles de educación primaria y preescolar que se
realizó en Oaxaca, requirió de incorporar profesores sin los perfiles
establecidos por la normatividad nacional y aunque no tengo cifras totales de
los perfiles docentes (pues en Oaxaca sólo fueron “censados” 1,098 de los
50,482 maestros frente a grupo de educación básica que según las Estadísticas
Básicas del ciclo escolar 2011-2012 existían) de ese minúsculo universo de
profesores censados, el 18.3% no cumple con el nivel de escolaridad requerido
por la norma (es decir no son normalistas o superiores) pero aunque es el más
alto de la república, no debiera ser alarmante, pues es un hecho que esos
maestros (aunque no cumplen con el perfil de estudios) se dedican a atender sus
escuelas, a formar a sus educandos y, sobre todo, hacen un verdadero esfuerzo
profesional por ser aglutinadores sociales en sus comunidades educativas.
Sin menoscabo de la
necesidad de hacer un esfuerzo por lograr que los docentes frente a grupo de
educación básica cuenten con un perfil educativo adecuado y tras un verdadero
censo de docentes en la entidad, sería importante definir las carencias más
apremiantes (en materia académica o metodológica) de ellos y elaborar
contenidos específicos para favorecer su aprehensión y aplicación.
Observada la “reforma
educativa” desde un ángulo innovador, empezar por la capacitación
docente quizá resulte más productivo que empezar por la evaluación; pero para
ello son indispensables dos pasos previos: Conocimiento de las capacidades
reales de los docentes frente a grupo, y fortalecimiento de las aptitudes de
manera focalizada, de manera personalizada.
Hacer un esfuerzo
para atender la situación educativa local a partir de una visión integral y con
un desinteresado atrevimiento, quizá sea la primera forma de atacar el
problema, en Oaxaca, como en muchas regiones de México, los maestros son el
principal motor de cambio social, son promotores comunitarios naturales y
tienen (sienten) un verdadero interés por un mejor futuro, requieren
instrumentos técnicos y condiciones de trabajo adecuadas para hacerlo.
Un gran proceso de
actualización docente antes que nada sería un primer paso, pero para ello se
requiere un esquema integral que no permita fugas, que llegue hasta la última
comunidad o haga que los profesores de ella lleguen hasta los centros de
capacitación en las mejores condiciones.
Se trataría de
estructurar un programa experimental (quizá en 30 comunidades de unos 5 ó 6
municipios de las zonas más marginadas del estado) en el que se estructure a
partir de los contenidos educativos generales y específicos, que se dan a los
alumnos una evaluación y se adecúen para hacer del proceso educativo un
verdadero motor de mejora social.
Se trataría de
demostrar que la educación pertinente es la que ofrece contenidos propios a los
niños (con profesores identificados con la comunidad) en lugares dignos y con
materiales adecuados, sería como dice el PND de “transitar hacia una sociedad
equitativa e incluyente” para ellos, como dice el PNE: “El Estado
debe comprometer mayores recursos y esfuerzos donde más se requieren”
Una evaluación de
los avances de esa acción seguro mostrará que hay otra manera de hacer una “reforma
educativa” que la propuesta federal.
La idea principal
sería indicar con claridad y precisión que la educación básica puede hacerse
bajo condiciones “diferentes” pero de manera mucho más eficiente que la “educación”
generalizada e impuesta.
Pero el otro
problema, el de las poblaciones adultas hasta ahora marginadas de la educación
formal en el estado de Oaxaca también debe ser atacado, primero con procesos de
alfabetización y certificación (que por cierto son más barato, eficientes y
rápidos) para que mejores padres puedan “impulsar” la educación de sus hijos.
Después sería
repensar la educación media (secundaria) en función de una realidad sociodemográfica
muy específica del estado, sin tener en este momento datos concretos puedo
decir que la educación secundaria en Oaxaca, requiere no sólo de infraestructura
y docentes, sino de condiciones socioeconómicas que permitan a los jóvenes
acercarse y permanecer en ella.
Quizá un gran
programa de becas y estímulos (quizá hasta con la participación de la
iniciativa privada) puede ayudar al respecto.
SALUD
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