Es decir, ya el gobierno actual “observa”
la necesidad de aplicar mayores tasas impositivas (en lugar claro de evitar
gastos innecesarios y atacar la corrupción)
Desde finales de los 90 circuló la
“valiosa” propuesta de Santiago Levy
(distinguido harvariano) que consideraba un IVA generalizado de 17 por ciento a
cambio de seguridad social generalizada y el “equipazo” económico de la actual
administración pública federal revisó los datos para colocar esa tasa en torno
al 20 por ciento y así lograr el “milagro mexicano”
Insistir en la necesidad de tener más
recursos para poder hacer lo que prometieron, es tan sólo una perogrullada, tan
carente de sostén como la propuesta del padre de familia que sólo puede pensar
que sus problemas se resolverán el día que logre mayores ingresos personales o
ponga a trabajar a los hijos o se saque la lotería.
Una casa que se administra pensando en
lograr más ingresos en lugar de ajustar sus gastos a los ingresos, la capacidad
de gasto no administrada en una casa sólo indica una mala administración familiar, un país que considera que la “única”
manera de lograr sus objetivos es cobrando mayores tasas impositivas para
aumentar sus ingresos, es un país mal administrado.
Sabemos que una parte del gasto familiar va a parar a “cosas
innecesarias”, en 2010 se estimó que entre el 10 y 13 por ciento del ingreso
familiar era destinado a actos de corrupción, los costos impuestos por el
sistema financiero a las familias mexicanas consumen entre en 3 y 4 por ciento
de los ingresos totales.
El presupuesto de la administración pública federal durante la administración anterior entregó por adjudicación directa 6,575 contratos (ver imagen) por casi 15 millones de pesos o más, es decir se pasó la normatividad por el arco del triunfo y no hubo autoridad alguna que se los reclamara.
Mas peor que eso es que de ellos, 410 contratos realizados por adjudicación directa, fueron por más de 223 millones de pesos. Sólo como muestra y fuera de ese rango está el contrato CS-309-AD-P-034/10 del SAT por más de 132 millones de pesos bajo un objeto de contratación entre vago pero impreciso que dice “MONITOREO INTEGRAL: SERVICIO DE USO DE LAS LICENCIAS BMC” que no entienden ni los contratantes.
Esa empresa recibió en total más de 50 contratos y concesiones que le representaron más de 500 millones de pesos en la administración calderonista.
Entre los correspondientes al último rango
señalado está uno de SEP de 2012 por más de 500 millones de pesos, para
“CONTRATACIÓN DE SERVICIOS DE DIFUSIÓN POR RADIO” a “PROMOTORA DE RADIO S.A. DE C.V.” (queseguro es del “honestísimo” López Dóriga o del amigo del compadre del mismo señor o del titular de SEP en ese momento,
que creo que era el “impoluto” Alonso Lujambio) es decir, en gastos
innecesarios, superfluos o inútiles “invertimos” unos 200 mil millones de pesos
(sólo si consideramos esos 410 contratos “ENTREGADOS” por adjudicación directa.
La página web de esta “empresa” es http://www.nrm.com.mx/nrm/
Por
cierto y sólo como anotación al margen (sin importancia alguna) en la última administración federal Promotora
de Radio S.A. de C.V. “recibió” 153 contratos (todos por ADJUDICACIÓN
DIRECTA) de la Administración Pública Federal por unos 900 millones de pesos,
pues SALUD nuevamente.
En 2010 México estaba en el lugar 64 de 145
países miembros de la ONU en relación al Índice de Percepción de Corrupción que
mide Transparencia Internacional (www.transparency.org)
y eso significa unos 500 mil millones de pesos anuales para la administración
pública federal, estatal y municipal.
Los tres niveles de gobierno contratan
créditos puente con el “eficiente” pero muy costoso Sistema Financiero Nacional
y pagan tasas de interés comercial, es decir se desperdicia ahí una suma muy
similar a entre 70 y 100 mil millones de pesos.
Todo lo anterior hace casi los 900 mil
millones de que habló López Obrador en campaña, pero hay que agregar a ello
cantidades (algunas muy pequeñas) gastadas en ropa o en viajes innecesarios o
en eventos o en congresos o en cigarros o hasta en compañía para funcionarios
en representaciones nacionales e internacionales.
Es decir, nuestros dineros se filtran en
cosas “verdaderamente” absurdas, pereo nuestros administradores piensan que con
obtener más recursos lograran hacer lo que prometieron en campaña, NO NOS
DEJEMOS ENGAÑAR, NO NOS ENGAÑEMOS, esos gastos esos contratos entregados al
cuate del compadre seguirán y serán parte de nuestro gasto inútil.
Pero si un área como el SAT que en su ineficiencia
(y para algunos nivel d corrupción) puede “dejar de cobrar” impuestos a una
gran cantidad de contribuyentes, puede “conceder beneficios fiscales” a otra
gran cantidad y puede “hacerse de la vista gorda” en muchos otros casos, ¿por
qué no puede entregar por ADJUDICACIÓN DIRECTA más de 145 mil contrato? Y seguir
haciendo como que hace su trabajo. SALUD.
Jamás apoyare el IVA como un impuesto "progresista" mientras no haya uso adecuado de los recursos que ya se tienen y sobre todo q haya Resultados traducidos en mejor seguridad pública, salud, y demás servicios.
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