Dicen los que saben que "Fox sacó al PRI de Los Pinos y
Calderón metió al PAN a Los Pinos", de ser así, puedo entender (aunque me
resulta muy difícil justificar) la indefinición de Fox y la carencia de un proyecto
de nación que se acercara a la lucha histórica de la “principal” fuerza de
oposición al sistema político nacional.
Pero lo más grave de esta falta de entendimiento mía, es
tratar de entender ¿en donde compaginan el humanismo y la “guerra”?, pues hasta
donde sé el humanismo era una de las principales luchas históricas del PAN,
además de que siempre se opusieron a las estructuras corporativas y políticas
públicas clientelares.
Es decir los principales vicios del sistema político priista
(autoritarismo, corporativismo y utilización del poder en beneficio de sus
estructuras) debían ser “combatidos” y Fox había dejado pasar la oportunidad.
De entrada la democracia mexicana había “nuevamente” sido
agraviada, vilipendiada, escupida y hasta violentada, pues el proceso electoral
que llevó a Calderón a la presidencia de a República, lejos de haber satisfecho
luchas ancestrales de equidad había sido todo menos equitativo.
En su afán por legitimarse, la primera política de estado (22
de enero de 2007) de Calderón es una “guerra frontal al crimen organizado”
que como política pública tiene un valor importante pero cuya implementación
era (cuando menos) difícil, pues TODOS los diagnósticos señalaban que las
corporaciones policiacas locales y federales estaban infestadas de delincuentes,
habían sido vulneradas e incluso, en algunas zonas del país, era tal la
connivencia que no había forma de distinguir entre unos y otros.
Es decir, implementar un proceso de guerra implicaba primero
deshacerse de los delincuentes que manteníamos y esto fue lo que los mandos del
Ejército Nacional propusieron al “comandante supremo” sin embargo,
olímpicamente se pasó el consejo por el arco del triunfo, a cambio de dinero
(se comprometió a incrementar percepciones de las fuerzas armadas que desde
Salinas habían quedado rezagados)
Como parte de este “esfuerzo” del Estado mexicano, Calderón
solicitó mayores facultades en materia de extinción de dominio (es decir
reformas legales para “atacar” con mayor fuerza a la delincuencia, como si la sola
ley fuese suficiente para algo (como ahora, que nos pintan un rosario de leyes
para avanzar, sin tener claridad en la aplicación de las existentes.
En mayo de 2009 se aprobó la “ley Federal de Extinción de
Dominio" reglamentaria del artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y NO SE HA INICIADO proceso alguno al respecto.
En cuanto a la “administración” pública se infestó de amigos
y amigos de los amigos (en un artículo de 2010 leí que 490 delegados de la
administración pública federal eran militantes panistas y habían ocupado o
contendido por algún cargo de elección popular) es decir, el corporativismo en
su fase superior de desarrollo (pues yo mantengo que el PRI autoritario era tan
incluyente que tenía –y tiene- una gama de ideologías a su interior)
El señor Calderón lejos de trastocar las estructuras
corporativas nacionales, las fortaleció y ocupó en beneficio del PAN (listas
interminables de miembros adherentes, hoy hechas humo) plegando, su cultura
administrativa a decisiones caciquiles locales, fortaleciendo el esquema
patrimonialista del presupuesto.
A ello hay que agregar que durante las administraciones
panistas, para mantener “tranquilos” a los gobernadores, el presupuesto ese “bien”
tan limitado y escaso fue “entregado” en contraprestración a las
administraciones locales, para que ellas lo “administraran”, buena intención
mal aplicada.
En suma Calderón perdió el control del erario para
entregarlo a las “administraciones” locales y perdió la capacidad de hacer un
gran programa humanista de desarrollo social.
SALUD.
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