miércoles, 16 de enero de 2013

El “humanismo” y su falta de humildad

Dicen los que saben que "Fox sacó al PRI de Los Pinos y Calderón metió al PAN a Los Pinos", de ser así, puedo entender (aunque me resulta muy difícil justificar) la indefinición de Fox y la carencia de un proyecto de nación que se acercara a la lucha histórica de la “principal” fuerza de oposición al sistema político nacional.

Pero lo más grave de esta falta de entendimiento mía, es tratar de entender ¿en donde compaginan el humanismo y la “guerra”?, pues hasta donde sé el humanismo era una de las principales luchas históricas del PAN, además de que siempre se opusieron a las estructuras corporativas y políticas públicas clientelares.

Es decir los principales vicios del sistema político priista (autoritarismo, corporativismo y utilización del poder en beneficio de sus estructuras) debían ser “combatidos” y Fox había dejado pasar la oportunidad.

De entrada la democracia mexicana había “nuevamente” sido agraviada, vilipendiada, escupida y hasta violentada, pues el proceso electoral que llevó a Calderón a la presidencia de a República, lejos de haber satisfecho luchas ancestrales de equidad había sido todo menos equitativo.

En su afán por legitimarse, la primera política de estado (22 de enero de 2007) de Calderón es una “guerra frontal al crimen organizado” que como política pública tiene un valor importante pero cuya implementación era (cuando menos) difícil, pues TODOS los diagnósticos señalaban que las corporaciones policiacas locales y federales estaban infestadas de delincuentes, habían sido vulneradas e incluso, en algunas zonas del país, era tal la connivencia que no había forma de distinguir entre unos y otros.

Es decir, implementar un proceso de guerra implicaba primero deshacerse de los delincuentes que manteníamos y esto fue lo que los mandos del Ejército Nacional propusieron al “comandante supremo” sin embargo, olímpicamente se pasó el consejo por el arco del triunfo, a cambio de dinero (se comprometió a incrementar percepciones de las fuerzas armadas que desde Salinas habían quedado rezagados)

Como parte de este “esfuerzo” del Estado mexicano, Calderón solicitó mayores facultades en materia de extinción de dominio (es decir reformas legales para “atacar” con mayor fuerza a la delincuencia, como si la sola ley fuese suficiente para algo (como ahora, que nos pintan un rosario de leyes para avanzar, sin tener claridad en la aplicación de las existentes.

En mayo de 2009 se aprobó la “ley Federal de Extinción de Dominio" reglamentaria del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y NO SE HA INICIADO proceso alguno al respecto.

En cuanto a la “administración” pública se infestó de amigos y amigos de los amigos (en un artículo de 2010 leí que 490 delegados de la administración pública federal eran militantes panistas y habían ocupado o contendido por algún cargo de elección popular) es decir, el corporativismo en su fase superior de desarrollo (pues yo mantengo que el PRI autoritario era tan incluyente que tenía –y tiene- una gama de ideologías a su interior)

El señor Calderón lejos de trastocar las estructuras corporativas nacionales, las fortaleció y ocupó en beneficio del PAN (listas interminables de miembros adherentes, hoy hechas humo) plegando, su cultura administrativa a decisiones caciquiles locales, fortaleciendo el esquema patrimonialista del presupuesto.

A ello hay que agregar que durante las administraciones panistas, para mantener “tranquilos” a los gobernadores, el presupuesto ese “bien” tan limitado y escaso fue “entregado” en contraprestración a las administraciones locales, para que ellas lo “administraran”, buena intención mal aplicada.


En suma Calderón perdió el control del erario para entregarlo a las “administraciones” locales y perdió la capacidad de hacer un gran programa humanista de desarrollo social.

SALUD.


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