Ayer, como colofón de una campaña “de lodo” y más presencial
que real de la señora Vásquez Mota, en el edoMex y una
presencia pujante del señor Juan Zepeda,
anunciaron los “líderes” nacionales de sus partidos políticos, la existencia de
“negociaciones”
para una “alianza” en 2018 convocando a un “frente amplio opositor para los
procesos electorales del año entrante”
Me dicen que después del segundo “debate” de los candidatos
a la gubernatura del edoMex, esas dirigencias nacionales iniciaron las pláticas
encaminadas a una eventual “alianza de facto” entre los
candidatos, a la “declinación” de uno de los candidatos a favor del otro y “acordaron”
la realización de encuestas en el territorio mexiquense que midieran dicha
declinación.
Los resultados de las “encuestas” fueron
desastrosos, pues las mediciones señalan entre 13 y 16 por ciento para sus
candidatos (en suma entre 27 y 31 por ciento de manera conjunta) y la “transferencia
de votos tras la declinación no llegaba más allá del 31% de la votación total
del candidato, a favor del otro, en resumen en el mejor de los casos tras la
declinación de uno de los candidatos a favor del otro, la mejor posibilidad no
daba más de 25% al que quedara, ello, le alcanzaba para lograr estar cerca
(quizá para ganarle a Alfredo del Mazo) pero aún lejos de Morena y su
candidata.
En esos ejercicios realizados por dos encuestadoras (una
buena y una muy mala) la diferencia entre Delfina
Gómez y el PRIMazo llegaba a entre 3 y 8 puntos porcentuales, pues en una
señalaba 30 y 27 % (respectivamente) mientras que la otra indica 33.1 contra 24.8
por ciento. De cualquier manera, la
ventaja de Morena ya es (según todos las mediciones) irreversible.
La dirigencia nacional del PAN y sus órganos de dirección
establecieron que la eventual declinación de Josefina Vásquez Mota a favor de Juan Zepeda beneficiaría a Alfredo
del Mazo (con una transferencia real de entre 8 y 10 puntos porcentuales
netos) mientras que la de Juan Zepeda
a favor de Corruptina, favorecería a Morena con una trasferencia real de
voto entre 10 y 12%; desafortunadamente no pude acceder a los “análisis”
del PRD que seguro fueron realizados de manera interna (para no pagar
consultorías) y la verdad, no me interesa saber su opinión.
El PAN está en la etapa que se conoce como “definitoria”
entre sus
“ideales”
y el logro del poder, saben que los primeros no les alcanzan para lo
segundo y que lo segundo sólo lo pueden lograr si prostituyen los primeros, así
que no les fue difícil decidir el camino.
El PRD hace ya unos años perdió la capacidad de
presentarse como una opción de gobierno, incluso las
encuestas anticipadas para la Jefatura de Gobierno en 2018 lo ubican si acaso
como “gobierno” en tres delegaciones políticas y con una presencia en
la Cámara de Diputados local apenas superior a la de PAN o PRI; el PRD hace
muchos años entregó sus ideales a cambio de la permanencia en el poder, sus “dirigencias”
cambiaron los ideales de la izquierda mexicana por prebendas y su capacidad de
permanencia en el poder ya se diluyó a tal grado que ni adentro los consideran
una opción de gobierno.
El frente amplio que ayer anunciaron es sólo la
aceptación de la información de sus encuestas y de otras muchas que hemos
conocido: “ya perdimos edoMex y al paso que vamos perderemos hasta el registro en
2018” la “invitación” a “todos los partidos de oposición para con un
PROYECTO muy claro, lograr la transformación de nuestro país” es la
antesala de la PRANDilla, una organización criminal nueva encaminada a acabar
con la capacidad de organización nacional.
El Partido de Rateros Abyectos para la Negociación y
Dominio (PRAND) se presenta, es dado a conocer, sale a la luz, en fin, se
exhibe como el último recurso de ambos partidos, de sus dirigencias nacionales,
de sus “líderes” de los personajes que desde hace años vienen lucrando
con el poder político.
La PRANDilla es,
el último intento de subsistencia partidista, pues ya la ciudadanía está hasta
la madre de esas estructuras caducas.
SALUD
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