No sé exactamente cuántas familias mexicanas han duplicado
su patrimonio en 15 años, menos cuantas lo han multiplicado por 10 y seguramente
será un puñado (de filiación panista) como Gómez
Mont o Harp o Martínez
de Castro o Angoitia o Slim; a claro y la familia Martínez Diez (familia política de Ricardo Anaya)
Ya desde ayer la muy “distinguida” Margarita Zavala (de la familia Gómez
del Campo a la que seguro le ha ido igual de bien) señaló su “solidaridad
ante los ataques injustos a su integridad” (refiriéndose a su
contrincante político)
Hoy por la mañana escuché a Mariana
(también de la misma “agraciada” familia) señalar que hay
familias a las que les ha ido bien (claro a las de ellos)
En las administraciones públicas de municipios, estados y
la federal, la toma de poder político obedece no a intenciones de “bien
común” o “proyecto social”; se
trata de lograr puestos y extraer de ellos lo que se pueda.
En las “acusaciones” (mediáticas) entre Yunes
y Duarte
este acusa a aquel de pasar de vendedor de escobas (al menudeo) a barrer dinero
público y el primero señala a Duarte
de generar estructuras criminales para expoliar el erario público; ambos son delincuentes
pero ninguno pagará por sus culpas.
En las licitaciones y adjudicaciones directas de la SCT, de
otras dependencias, de los gobiernos estatales, de las estructuras municipales;
hay sangrías por sobreprecio, por obra no ejecutada, por sobrefacturación y por
vicios ocultos del orden de 500 mil millones de pesos al año, que por cierto se
distribuyen en ese grupito de familias a las que les va bien, sin que haya
consecuencia legal (incluso política como es el caso de Gerardo
Ruiz) respecto de sus actos.
Las familias a las que les va bien son familias ligadas a
las estructuras de poder y como parte de su buenaventura estarán obligados a “apoyar”
a los que han contribuido con ella: así los Angoitia apoyarán a las campañas de sus benefactores; Slim entregará su “contribución” a quien le garantice
mejor futuro; Duarte entregó su “aportación”
a la campaña de Peña; Ruiz Esparza entregó parte de lo
recibido a Peña (aunque a lo mejor sólo
agradeció lo que ya se había entregado a la campaña)
En fin, las familias a las que les va bien son un puñado de
“afortunados”
que como sabandijas se adhirieron a la ubre y siguen mamando nuestros recursos.
Las familias a las que les va bien (como decía lupita) se
cubren entre ellas, son capaces de asegurar que el ratero, no lo es tanto o que
el corrupto fue el otro.
Las familias a las que les va bien mantienen este país en
la situación en que está.
Las familias a las que les va bien son exactamente las que
han evitado que a México, a los mexicanos nos vaya bien.
A la familia Martínez
Diez y por tanto a la familia Anaya
Cortés, les ha ido bien durante los últimos 14 años mientras los mexicanos
hemos perdido parte de nuestro patrimonio, mientras los mexicanos pagamos los
estudios de sus hijos en el extranjero y los lujos de sus hermanos y otra
parentela.
A la familia Del Mazo
ya le fue bien y le va a ir mejor.
Esa premisa de “todos somos corruptos” es sólo la
careta.
Ya la paciencia llegó al límite y estamos más cerca de un cambio.
SALUD
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