Hace apenas unos días circula un video de abuso escolar por
parte de un grupo de jovencitos contra uno de sus compañeros en una secundaria
de Emiliano Zapata en Tabasco, una serie de reclamos a la “autoridad” (a la falta de
esta) para “actuar” en consecuencia.
Me pregunto ¿qué puede hacer un director de escuela
secundaria ante un caso de acoso escolar, de agresión?, ¿podrá llamar a los
padres de familia de los acosadores?, ¿podrá suspender a los abusadores?,
¿podrá expulsar a ese grupito de mafiosos?
Bien, pues en realidad no hay reglamentación alguna respecto
de las facultades de director (o del maestro) al respecto, en cada plantel
escolar se actúa conforme al “entendimiento” (si es que lo tiene)
del profesor y del director.
Verdaderamente el primer paso es llamar a los padres de familia y (ante
la posibilidad de que lleguen) seguramente esa violencia de esos niños, es sólo
reflejo de la violencia que en el hogar de ellos existe, es decir, es
consecuencia de una familia violente, en la que velada o abiertamente, alguno o
ambos miembros (incluso de más de dos) ejercen, el niño aprende lo que vive, se
educa en su hogar con actos violentos y los transmite, como consecuencia
natural de su aprendizaje.
Así pues, los padres de familia reprenderán a sus hijos en
ese momento o en otro, pero NO cambiarán sus actitudes personales y el niño
seguirá aprendiendo que actuar con violencia es NATURAL, seguirá acosando,
agrediendo, insultando, denostando y asediando a cuanto compañero pueda,
incidiendo, de manera natural sobre los que menos se defienden.
Pero, muy seguramente el o los padres de familia NO acudirán
a la cita, pues en términos generales esos padres de familia son los menos
interesados en el proceso de enseñanza de sus vástagos, es más, seguramente el joven
ni siquiera comunicará a sus padres la citación.
Entonces la “autoridad” educativa podría actuar con mayor
firmeza, digamos no permitiendo el acceso del menor al plantel uno o tres días
o una semana e incluso suspendiéndolo definitivamente, lo que CONTRAVIENE el
espíritu y la letra de la constitución y las leyes, pero lo podría hacer, lo
que conllevaría a sanciones administrativas, civiles y hasta penales, contra el
profesor o director que lo hiciera.
También podría reprender de manera pública (digamos en la ceremonia
cívica del lunes) al o los acosadores y violentos, haciendo saber a TODA la
escuela que ya se han dado cuenta de su actuar y que TODOS los estarán
vigilando, saben cuál será la respuesta de ese o esos niños así reprendidos,
PUES SÍ, mayor violencia.
Pero también podría el niño reprendido acusar a quien
realice ese acto de una violación a sus derechos humanos, de una infracción a
la reglamentación y hasta de agresión y humillación pública, es decir. Eso tampoco
es un camino reglamentado.
Podría, en un caso extremo sacarlo al patio de la escuela
con un ladrillo en cada mano y exponerlo ahí, uno, dos tres días; lo que además
de todo lo anterior, es un delito.
¿Qué hacer? señor Chuayffet,
¿quizá huste (así) tenga respuesta?
SALUD