Mientras Emilio
Chuayffet, en Zacatecas al inaugurar la XXXVII Reunión Nacional
Plenaria Ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), es
decir en reunión de Consejo Técnico, mandatado por la Ley; les “conminó”
a las autoridades educativas de las entidades federativas de la República
mexicana, diciéndoles: “Con
objeto de que la reforma siga avanzando y se en cada rincón del país, es
indispensable que todos los órganos de gobierno de manera conjunta trabajemos
en el marco del federalismo cooperativo que orienta nuestros sistema político”
Llamado que parece haber sido
escuchada de manera anticipada por dos muy “dignos” representantes del poder
público nacional, el señor Salvador Cienfuegos, militar de carrera y por lo
tanto conocedor de la responsabilidad de las palabras que pronuncia, dijo: "transformar
y actualizar la educación nacional es tarea de todos, las fuerzas armadas nos
sumamos a este cambio renovando de manera decidida el sistema educativo militar
aportando capacidad, experiencia y profesionalismo para alcanzar esta meta"
pero dejó en su actuar algo así como una amenaza a los que se oponen, a los que
no estamos de acuerdo, a los que se sienten agraviados por la amenaza de El
Estado mexicano de correrlos si no acreditan la evaluación del Servicio
Profesional Docente.
Mientras tanto el señor Luis Raúl González (Presidente de la
CNDH) en su discurso durante la inauguración del Congreso Nacional de la
Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (otra reunión
nacional para gastar mucho dinero en Tabasco), señaló a los responsables de los
derechos humanos en las entidades federativas, que “deben pronunciarse en favor de la
vigencia y protección del derecho humano a la educación, especialmente por lo
que hace a las niñas, niños y adolescentes”, estableció pues tal cual
lo dijo la SCJN que e derecho de los niños y jóvenes está por arriba del
derecho de los trabajadores, de los de la educación y de todos los
trabajadores, pues así lo dicen las convenciones internacionales pese a que
ambos son derechos supremos en la Constitución política nacional y debían estar
en el mismo estatus.
Así los tres poderes de la unión,
las fuerzas armadas y hasta el máximo organismo “defensor de los derechos humanos”
se someten a la voluntad del siñor precidente (así) como en las piores (así)
épocas del autoritarismo político nacional.
Plegarse a los designios, de un
personaje en México ha sido catastrófico durante mucho tiempo, buscar el
entendimiento de las parte ha costado mucho dinero dicen los detractores de la
negociación; sin embargo lo que se paga con dinero sale barato (decía Carlos Hank) y en verdad, es mucho más
barato acordar que enfrentar, el sistema militar nacional no está para
amenazar, no debe ser usado como otro de los elementos de El Estado mexicano
para mostrar poder, para amedrentar a los disidentes; el Ejército mexicano tiene
aun cierto nivel de credibilidad entre amplias capas de población. La CNDH debía ser un órgano autónomo y debe
respetar la autonomía de los otros órganos autónomos locales, el presidente de
la CNDH no tiene facultades para “recomendar” a los responsables de la
defensa de los derechos humanos en el país, que hagan pronunciamientos y menos
para hacerlo en un evento oficial que pagamos los mexicanos.
Es lamentable que la SCJN “avale”
el Servicio Profesional Docente, para el que los miembros del Congreso de la
unión se facultaron a legislar “en términos del artículo 3o. de esta
Constitución” (fracción XXV del Artículo 73 de la CPEUM) sin que en el
referido artículo constitucional se haga referencia alguna a ese Servicio
Profesional Docente. Cualquier lego en
la materia puede verificar que el Artículo 3º NO MENCIONA el Servicio
Profesional Docente, pero los señores ministros de la suprema, en sus supremo absentismo,
ni siquiera se dieron a la tarea de revisar o básico.
Pero es mucho más lamentable que
sea la máxima autoridad militar del país y el presidente del órgano nacional de
defensa de los derechos humanos quieres sirvan de escudo, de amparo, que en
defensa y protección de la autoridad presidencial hagan pronunciamientos
estúpidos al respecto.
Mientras en las mismas calles de
Zacatecas (en donde estaba el señorcito Chuayffet),
en las de Villahermosa (en donde estaba González
Pérez), en las de otras 40 ciudades de la república los maestros recaman a
El Estado mexicano, su derecho laboral, mientras no se hace lo necesario para
establecer mecanismos capaces de mediar la situación, la grave situación que
vive la educación nacional, mientras no hay autoridad alguna capaz de
establecer un diálogo, de recoger los planteamientos de los docentes y de
acercar las posiciones.
Creo que es hora de que la
sociedad valore la dimensión del actuar del titular de la SEDENA y de la CNDH,
ellos no tienen facultades para actuar en defensa del gobierno.
Por cierto el pensamiento de Soren Kierkegaard, radicó en polemizar,
aclarar y construir; un gran filósofo al que se le considera padre del
existencialismo.
SALUD
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